Y ¿qué podía decir de ella? ¿qué era eso que tanto me estremecía? acaso eran el hedor de su ropa interior o el temor de la noche en plena oscuridad, realmente no sé cómo pude aguantar tantos días con ella a mi alrededor. Intentaba auto concienciarme de que ella no me quería hacer daño, y no noté ningún síntoma por el que preocuparme, pero aun así, allí estaba ella, con sus ojitos brillantes mirándome con cierta ternura.
En fin, qué más puedo decir, juzguen ustedes mismos...
En fin, qué más puedo decir, juzguen ustedes mismos...
5 comentarios:
Después del espectáculo que monté con la cucaracha hace un par de veranos y el episodio de la araña sobre la minicadena este verano, no hace falta que te diga lo mucho que me agradan estos animales. En otras palabaras: ahí hubiera dormido su señora tía, yo no.
Deberías haber seguido el método que yo usaba en Irlanda: una pasadita con la aspiradora y listo xD
Por cierto, me gusta mucho como escribes, deberías hacerlo más. A ver si escribes pronto aquella historia que tenías entre manos :)
Saludos!!
Antonio!!! pues sí, sí que escribes bien sí, pero esa foto... realmente tu araña superaba con creces a los bichos sin identificar que me encontraba en mi habitación de Grenoble... recuerdas?? eran unos inoportunos... joe!! que una necesita intimiadad en el baño!!
Gros bisous Antonio, j'espère que tout va bien ;)
Polola
(Soe - comentario de Paula, ya que ella no podía xD)
Dioh mío, eso no es una compañera de habitación, eso es una okupa como la copa de un pino, seguro que no te daba de picar ni una mísera mosca xD qué asco de tamaño por dioh ¡¡!!
uff, me encanta tu compañera de habitación, ¡ojalá yo tuviera la oportunidad de compartir habitación con eso!
joder, ya ha llovido XD
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